martes

SOPA DE CALABAZA, MIEL Y JENGIBRE


(8 porciones)
Ingredientes:
1 kg. de calabaza
1 cda. de miel
1 cdita. de jengibre seco
1 cdita. de jengibre fresco
1 lt. de caldo de verdura
Sal y pimienta a gusto




Preparación:
Una buena sopa empieza con un buen caldo o fondo de cocción y para esto es importante que elijás las verduras adecuadas.
En una cacerola calentá levemente una cucharada de curry, una cucharada de cúrcuma, con un poco de aceite y dorá algunas verduras de buen sabor sin almidones, es decir: cebolla, pimientos, zanahorias, etc. Una vez doradas agregá 2 litros de agua fría. Para darle más sabor hacé un bouquet garní de hierbas como romero, tomillo y, además, pimientas, enebro, etc., para agregarlo al caldo. Dejá cocinar hasta reducir a la mitad, e incorporá la sal recién cuando esté reducido el caldo, sino la sal se va a concentrar con la evaporación de los líquidos. Este caldo natural va a ser la base de todas tus sopas y salsas.
Para hacer esta sopa crema agregá al caldo la calabaza cortada en cubos de igual tamaño y el jengibre, y llevá al fuego. Tené en cuenta que para obtener una sopa de mejor consistencia, la cantidad de caldo debe ser la necesaria solo para cubrir la calabaza.
Una vez cocida la calabaza, procesá con una minipimer hasta obtener una preparación bien lisa y salpimentá. Recién cuando la retirés del fuego agregá la miel, porque si la cocinás a más de 45º C se vuelve tóxica. Mezclá hasta disolver bien y agregale, si querés, una cucharada de crema de leche, de soja o de vaca para suavizar su sabor, pero recordá que cuanto más natural comamos será mejor.
Tips: Con esta misma base podés hacer muchísimas sopas crema: de lentejas; de arvejas y cilantro; de tomates (agregando azúcar para contrarrestar su acidez); de sukinis y tomillo; de remolacha con queso de cabra; de espinacas y berros; o de lo que más te guste. Jugá con las combinaciones y las especias, recordando que siempre es mejor calentarlas previamente durante unos segundos, a excepción del pimentón que toma sabor amargo.

La miel lleva las propiedades de las hierbas medicinales a los tejidos del cuerpo: purifica la sangre; alivia resfriados, tos y congestión; y es un potente proveedor de energía.